LA DESTRUCCIÓN DE PUENTES Y CENTROS PÚBLICOS EN AFGANISTÁN: HERENCIA OMINOSA DE LOS PARTIDOS ISLÁMICOS

LA DESTRUCCIÓN DE PUENTES Y CENTROS PÚBLICOS EN AFGANISTÁN:  HERENCIA OMINOSA DE LOS PARTIDOS ISLÁMICOS

Hace años, en una reunión, se hablaba de la destrucción de lugares públicos por muyahidines (aquellos involucrados en la yihad) y talibanes. Una persona que pertenecía a un partido islámico, y que fue enviado a la guerra civil de Tayikistán, comentó lo siguiente:

«Un comandante afgano propuso a los tayikos que, para evitar el avance enemigo, detonaran un puente que estaba situado a lo largo del camino. Otro comandante tayiko se enfadó y le replicó al afgano: “Este puente es de propiedad pública. Fue construido a costa del dinero y sudor de la gente. ¡Cómo se va a destruir! Vosotros afganos volveréis a vuestro país, pero nuestra nación tendrá que sufrir todas estas ruinas y pagar durante años su reconstrucción.»

Sin embargo, los muyahidines y los talibanes destruyeron puentes y otras infraestructuras del país a lo largo de cuatro décadas, por indicación extranjera. Por eso, nuestro pueblo todavía sufre abundantes desastres.

Comunicado del Partido Jameat-e-Islamí AfganistánComunicado del Partido Jameat-e-Islamí AfganistánEmirate Parwan-Kapisa¡Sobre las últimas guerras en Dara-e-Panjshir!Julio de 1984

Tras la detonación por parte de los talibanes el puente Alchin, situado en la carretera Kunduz-Shir Khan Bandar, los medios de comunicación publicaron durante días artículos en los que se hablaba de las dificultades que afectaban a la población de Kunduz como consecuencia de la destrucción de ese puente. Además del sufrimiento que conlleva la guerra y las matanzas, la gente tuvo que sufrir un alza sin precedentes en el precio de los alimentos, el alquiler de viviendas y los medios de transporte, encontrándose de repente sin suficiente poder adquisitivo. Mediante un comunicado, los talibanes negaron haber detonado el puente y señalaron a los aviones estadounidenses como autores del suceso. Desgraciadamente, no era la primera vez que ocurría algo así. Anteriormente, numerosas carreteras, puentes y otras instalaciones públicas habían sido destruidas a manos de estos asesinos salvajes.

Durante la resistencia contra soviéticos y las confrontaciones militares entre partidos islámicos y talibanes, fueron detonados los puentes más importantes. Ahmad Shah Masoud, se ganó el apodo de “detonador de puentes”, debido a su experiencia en la materia. En un comunicado del partido Jameat-e-Islamí Afganistán titulado “El Séptimo y Octavo ataque Ruso en Dara-e-Panjshir” (1984) hablaba así de orgulloso sobre la destrucción del puente Matak y otros cuatro puentes más en el camino de Salang:

«La operación histórica del ejército de Islam en la carretera de Salang (importante enclave logístico), la detonación del puente de Matak y otros 4 en el camino de Kabul-Panjshir, el ataque al centro de la provincia de Charikar, la extensión de los ataques de las guerrillas en Kabul, la ejecución de asesores y lacayos estatales y la detonación de los centros estatales, lugares de corrupción y prostitución en Kabul, son ataques a destacar. Vale la pena recordar que, durante el ataque a Salang, los muyahidines, a pesar de destruir blindados y vehículos del enemigo, pudieron aniquilar innumerables soldados y colapsaron durante 12 días esta importante carretera. En consecuencia, una fuerte crisis estalló en Kabul. Las detonaciones de los puentes estratégicos obligaron a las fuerzas enemigas situadas en Salang a retirarse de allí. Además, el ataque al aeropuerto militar de Bagram provocó la destrucción de decenas de aviones y el incendio de los almacenes de combustibles y armamentos. Estos ataques demuestran la moral fuerte y preparación absoluta de combate de los muyahidines para resistir. “La operación por sorpresa” provocó muchos daños al enemigo.»

En esta línea, Hafiz Mansoor habla en el libro titulado “Panjshir en la Época de Yihad”l de una misión grupal encomendada por Ahmad Shah Masoud, de la que formaba parte el mismo Mansoor y en la que comentaba cómo pudieron destruir cinco grandes puentes a lo largo de Kabul-Salang.

Todos los programas de destrucción de infraestructuras se planeaban por el ISI (Interservices Intelligence) y se ejecutaban por partidos islámicos fundamentalistas.

El coronel Mohamed Yusuf, uno de los antiguos responsables del ISI y padrino (sic) de los siete partidos islámicos, escribe en su libro “La Trampa de Oso o Realidades Clandestinas de Guerra en Afganistán” que, entre los años 1983 y 1987, él era responsable de planificación, organización y coordinación de las operaciones militares de muyahidines para llevar a cabo la destrucción de puentes, oleoductos, carreteras, etc.

Puente del río de kukcha de la zona de khwajaghar es truido por ahmad shah massoud. Puente del río de Kukcha de la zona de Khwajaghar es truido por Ahmad Shah Massoud.

En el capítulo siete del libro, bajo el título “El Papel de la CIA” escribe:

«Nosotros también nos aprovechábamos de las posibilidades y experiencias técnicas de ellos (refiriéndose a la CIA) para la destrucción, principalmente, de objetivos determinados como puentes, presas de agua, almacenes de combustibles y oleoductos. Para este propósito, la CIA proporcionaba imágenes de los objetivos y, según éstas, los expertos asesoraban sobre la cantidad, el tipo de explosivo, el mejor lugar y método de colocarlos, la manera de detonación y daños probables que causarían. Y según esto, se planificaba.»

Así mismo, en el noveno capítulo titulado “Entrenamiento Militar y Técnico” escribe sobre los muyahidines:

“[...] Otros de nuestros cursos consistían en enseñar a colocar minas; detonar puentes, faroles eléctricos, oleoductos y gas, destruir carreteras y calles, y otros cursos especiales de actividades destructivas en Kabul y el resto de ciudades afganas. También se organizaban cursos especiales de larga duración de comunicaciones, cursos para maestros y comandantes muyahidines y líderes importantes de éstos.”

La destrucción de las infraestructuras de un país, sea bajo el pretexto que sea, es una traición imperdonable. Actualmente, algunos antiguos comandantes yihadis critican a los talibanes por haber destruido el puente de Alchin, desaprobando este acto. Sin embargo, ésta es su herencia ominosa que todavía continua en mi país. No es un secreto. Varios generales del ejército afgano, en el pasado y bajo la orden del ISI, llevaban a cabo misiones destructivas semejantes de parte de su amo pakistaní, de las que yo he revelado aquí sólo una parte.

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